Todo psicólogo se ve expuesto a los afectos que pueda despertar el paciente en sí mismo, la gran pregunta es qué hacer con ellos.
¿Qué es la contratransferencia?
Cuando uno habla de psicoanálisis sin lugar a duda tiene que hablar de transferencia y, por tanto, de contratransferencia. Burdamente hablando, la transferencia serían los afectos que el paciente desarrolla por su analista y que tienen lugar en el inconsciente; mientras que la contratransferencia serían los afectos que el paciente puede despertar en su analista, ya sea por su persona o por su historia personal.
Siguiendo el diccionario de psicoanálisis de Jean Laplanche & Jean-Bertrand Pontalis, definen la contratransferencia como el “conjunto de las reacciones inconscientes del analista frente a la persona del analizado y, especialmente, frente a la transferencia de éste.»
¿Qué hacer con la contratransferencia?
Depende de la orientación de cada uno, la contratransferencia se puede ver como algo beneficioso, ya que se trabaja con esos afectos que produce el paciente desde un punto de vista empático, como si fuera una conexión que les une. Algunos analistas afirmarían entonces, que se pueden revelar los afectos que está promoviendo el paciente o la información personal que despierta para poder fomentar aún más la transferencia positiva (necesaria para un análisis) en el paciente.
Mientras que para otras orientaciones analíticas, la contratransferencia puede ser la señal de que hay algo que uno debe trabajar en su análisis personal ya que, implica que algo se ha removido de la historia personal del analista y, esta comunicación de afectos y vida personal hacia el paciente sería un pasaje al acto y no comunicación.
Un ejemplo clínico: Paciente que le pregunta a su psicólogo cuál es su orientación en las primeras entrevistas; Psicólogo que en lugar de poder pensar qué es lo que está preguntando realmente su paciente, interfiere su propio narcisismo y se pone a la defensiva ya que entiende que no evalúa el método sino su propia manera de proceder.
Pero, no debemos confundir el fin de la contratransferencia con no sentir absolutamente nada, pues no sólo somos psicólogos con una orientación determinada en cada caso, sino también personas. Lo importante es qué se hace con aquello que se siente, qué se juega con el deseo del analista.
Algo inevitable, según muchos analistas, es que la conexión de inconscientes se realizará con el paso del tiempo y el paciente llegará a conocer qué es lo que le gusta o disgusta a su analista. Por ejemplo, los pacientes narcisistas captarán menos el inconsciente del analista que pacientes histéricas o borderline, los neuróticos obsesivos están inmersos en mecanismos de aislamiento como para acceder al inconsciente de un otro y, los psicóticos «leerán» a veces la contratransferencia pero no se identifican con ella.
Recomendaciones
Personalmente diría que es fundamental que un psicólogo o psicoanalista, independientemente de la orientación que tenga cada uno, pueda trabajar su historia personal como paciente en una terapia para conocer el proceso en primera persona (¡cuánto se aprende! tanto de uno mismo como del método) y para poder escuchar al paciente como un sujeto único sin la intermediación de su vida personal, pudiendo trabajar las identificaciones inconscientes que se realicen.
Y cómo no, contar con la supervisión en esos primeros casos de la clínica o con pacientes con historias personales que de entrada ya despierten un algo en el psicólogo, para que un tercero pueda escuchar tanto las angustias que pueden generarse como el aviso de que hay algo personal que se está moviendo en la sesión para evitar el pasaje al acto.
¿Qué opináis? Esto puede ser un debate interesante.
No soy psicóloga y por lo tanto no puedo opinar.
Saludos.
Muy interesante, estoy estudiando psicología y aunque no es de mi interés el psicoanálisis o la dinámica, en cualquier terapia psicológica los pacientes pueden movilizar al terapeuta, así que es muy valioso la recomendación que se da para realizar un proceso personal antes de iniciar con la clínica, el conocimiento de sí mismo y de la carrera es grandioso.
Muchas gracias por tu comentario Caro 😉 Tienes toda la razón, los afectos que puede despertar un paciente puede ocurrir en cualquier tipo de orientación, el caso es ¡qué hacer con ellos!
Hacer un trabajo personal es grandioso, aprendes de ti y aprendes de la terapia que hayas escogido, cómo funciona, cómo te sientes como paciente y aprendes el método