¿Conoces cuáles son las consecuencias psicológicas de la bulimia? Esta forma insana de relacionarse con la comida va mucho más allá de comer compulsivamente y vomitar. Aparecen muchos miedos, angustia y dificultades que perforan la imagen sana de uno mismo y, a su vez, también pueden aparecer con el tiempo grandes dolencias físicas.
Qué es la bulimia
Podríamos describir la bulimia como una alteración en la relación con la comida, puesto que se produce una sobrealimentación de forma sistemática y recurrente que está provocada por una sensación de descontrol. Tras la gran ingesta de comida, que suele ser más un devorar alimentos que disfrutar de ellos, muchas personas tienden a provocarse el vómito por el sentimiento de culpabilidad que les genera lo ocurrido.
Un dato importante es que resulta ser un trastorno de la alimentación mucho más frecuente en mujeres que en hombres. Generalmente, suele ser más frecuente su aparición en la adolescencia, aunque si uno investiga sobre la relación con la alimentación en la niñez ya comienza a haber ciertas dificultades o aspectos que pueden resultar llamativos.
Mayoritariamente, las personas que sufren bulimia suelen estar dentro de su peso pero, aún así, suelen tener un temor incesante al aumento de peso y esto se convierte en una obsesión que les acompaña constantemente.
Consecuencias psicológicas de la bulimia
Cuando hablamos de consecuencias psicológicas de la bulimia no es que por el hecho de padecer bulimia vayan a aparecer aún más dificultades nuevas -aunque podría ocurrir-, si no que se acentúa e intensifica la sintomatología que ha derivado en que una persona desarrolle un trastorno de la conducta alimentaria.
Vamos a intentar desgranar las consecuencias psicológicas por puntos para que sea más ameno de leer pero veréis que todas ellas están íntimamente intrincadas, por lo que la lectura es continua y las emociones unen unas con otras.
Preocupación por el peso
La atención de la persona bulímica está puesta sobre su peso y sobre su cuerpo. Puede haber un temor muy intenso a aumentar de peso y, en los casos en los que puede haber algo de sobrepeso real o a sus ojos (puede haber una distorsión de la imagen), todo el deseo está colocado en la pérdida del mismo.
Falta de control de uno mismo – Impulsos
Cuando uno se ve avocado constantemente a repetir lo mismo, por mucho empeño que quiera poner en cortar el círculo, acaba sintiéndose frustrada e inútil. Esto mismo es lo que sucede con las personas que tienen bulimia y que sienten que no pueden dejar de comer compulsivamente. Describen un impulso que les lleva a repetir y repetir, a comer y comer sin ningún placer.
Esta sensación de pérdida de control sobre uno mismo y sus deseos, ese impulso imperante o la frustración de intentarlo pero con el mismo resultado de siempre, acaban provocando una sensación de falta de seguridad y confianza en una misma cegadora.
Inseguridad y falta de confianza
Si lo pensamos desde la base del desarrollo de la bulimia, hay una falta de seguridad y confianza en una misma. Duda de la imagen propia como de lo que pensarán los demás sobre su propio cuerpo. Esta falta de seguridad, de confianza, no menguará con el comienzo de la bulimia sino que se mantendrá o crecerá puesto que siente que «ni si quiera» puede controlarse con la comida.
Baja autoestima
Y esto nos lleva a hablar de su propio autoconcepto, de cómo se ve así misma y de los sentimientos que le genera su cuerpo. Desde antes de que se desarrolle la bulimia hay de base una baja autoestima que suele presentarse como necesidad de reconocimiento por parte de los demás. una fuerte necesidad de ser aceptada, dependencia emocional, no le gusta su aspecto físico, puede sentirse inútil o vacía, entre otros. Siempre teniendo en cuenta que esto son ejemplos y hay que evaluar el caso por caso.
Depresión, desesperanza, desánimo
Todo lo que hemos mencionado anteriormente puede derivar en un estado de ánimo depresivo, sentir que no hay esperanza para ella, que siempre va a estar sucediéndole lo mismo y que está perdiendo las ganas de disfrutar de las cosas, de la vida. La relación con la comida, fuente de vida, se convierte en un momento de temor, alejado del placer que supone comer.
Es importante tener esto presente porque la bulimia suele cursar con tristeza y desánimo, además de irritabilidad que no es otra cosa que enmascarar la tristeza y la frustración.
Problemas para dormir
Generalmente, con todo lo mencionado anteriormente suele aparecer también una dificultad para tener un sueño reparador. Dependiendo del caso puede tratarse de una dificultad para alcanzar el sueño, para dormir sin interrupciones, etc.
Aislamiento
Con muy pocas personas hablan de lo que les sucede, de la bulimia, pues tienen la certeza de que nadie va a poder comprenderlas y ayudarlas. Esto provoca que cada vez vayan relacionándose con menos gente y se vayan cerrando más en sí misma. En algunos casos, centran más sus relaciones a las comunicaciones que puedan tener por internet con personas que sufren también de bulimia y, al final, sus únicas relaciones están centradas en la bulimia.
Dificultad para concentrarse
Es más frecuente de lo que uno se imagina que aparezca una dificultad para concentrarse, ya sea en las tareas escolares como en el trabajo. A su vez, además de esta dificultad, suele haber una gran exigencia con una misma en todos los ámbitos de la vida y, cuando eso falla, volvemos a hablar de las consecuencias citadas.
Consecuencias físicas de la bulimia
En este caso, sí que podemos hablar de que la instauración de la bulimia puede producir consecuencias físicas importantes para la salud. Algunas de las que vamos a mencionar a continuación se producen a largo plazo pero, muchas otras, comienzan más pronto de lo que uno puede imaginar.
Entre las diferentes consecuencias físicas de la bulimia destacaremos:
- Se puede producir la rotura del tejido esofágico o gástrico por los vómitos,
- irritación de la faringe,
- arritmias,
- amenorrea (pérdida de la menstruación) y alteraciones menstruales,
- desequilibrio de los niveles de electrolitos en sangre,
- desplazamiento del contenido gástrico a los bronquios,
- caries y pérdida del esmalte dental,
- caída del cabello, piel pálida y deshidratada, rotura de las uñas,
- dolores de cabeza,
- infecciones en la mucosa bucal,
- disfonía (comúnmente suele denominarse como afonía o quedarse ronco).
Por supuesto, hay tratamiento psicológico para los trastornos de la alimentación y, en concreto, de la bulimia. Lo más difícil es dar el paso para contactar con un profesional y comenzar la andadura que permita comprender todo lo que le ocurre a una subjetivamente y así poder hallar la salida.
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