A lo largo de estos dos años nos hemos encontrado con todo tipo de acepciones y descripciones sobre los sentimientos que genera la situación Covid, que ya no el virus, si no todo el contexto sobre el que está situado. Uno de ellos es el Covid y Síndrome de Estocolmo, al que hacía referencia hace unos pocos días Fernando Simón y que hemos querido recoger aquí para poder pensarlo juntos, como siempre.
¿Qué es el Síndrome de Estocolmo?
El nombre de Síndrome de Estocolmo se acuñó por primera vez en Suecia, en el año 1973, para hacer hacer referencia a un fenómeno paradójico que se había producido entre los asaltantes de un banco en Estocolmo (de ahí el nombre) y sus rehenes.
Cuando a un ser humano le privan de libertad y le aterrorizan lo esperable es que sienta rechazo, como mínimo. Sin embargo, en aquel momento descubrieron que se había producido una vinculación afectiva completamente inesperada por parte de los rehenes hacia sus captores. Dicen que una vez que la policía los liberó se negaron a testificar contra ellos, o que incluso una víctima se enamoró del líder de los captores y que se llegó a integrar (incluso participó) en el grupo de asaltantes.
Otro dato igual de importante es que señalan que la liberación no la sintieron proveniente de la policía si no de aquellos que también les habían secuestrado. Es decir, aquellos quienes les privan de la libertad y luego se la «dan» son los salvadores.
Las interpretaciones de este hecho han sido muy variadas y no hay ninguna concluyente. Algunos lo cuestionan y lo plantean como algo que no se puede generalizar, otros creen que puede trasladarse a otras relaciones entre víctimas y agresores, etcétera. Los últimos estudios hablan de que se trata más bien de una situación excepcional más que de una regla, pues las estadísticas no muestran una gran prevalencia, pero teniendo en cuenta la posibilidad de este efecto.
Covid y Síndrome de Estocolmo
Si hacemos una búsqueda en periódicos, blogs y revistas (no científicas), si escuchamos a la gente de a pie, nos encontramos con que muchas veces se ha relacionado el Síndrome de Estocolmo con el Covid.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), avisó hace unos días de que se van a producir cambios en las medidas políticas tomadas para con la situación de Covid y cito «algunas personas han vivido sin ninguna percepción de riesgo, y para ellos esto se tendría que haber hecho mucho antes y no habría que haber aplicado ninguna medida de control, otros sufrirán una especie de síndrome de Estocolmo«.
Pero ¿por qué se relacionan ambos conceptos? Tenemos que irnos hasta marzo de 2020 para poder entender el desarrollo y la unión de ambas ideas.
En el momento en el que el gobierno instauró el confinamiento domiciliario comenzamos a escuchar que se hacía referencia a la situación que estábamos viviendo como si fuera una guerra, pero una guerra contra un enemigo no visible y que estaba causando muchas bajas. Esto generó un aumento exponencial del miedo, una constante situación de alerta y vulnerabilidad. Podías morirte en poco tiempo, podías perder a quienes amabas así, sin más, sin despedirte, porque no estaba permitido. Podías infectar aquellos a quienes querías y que murieran. Se produjo un aislamiento físico, con las repercusiones emocionales que tiene para una sociedad tan de contacto físico como la española, o la importancia de un abrazo como consuelo y equilibrio emocional. Aquellos que estaban en situación emocional de riesgo vieron como se disparaban la gravedad de sus trastornos.
Como han pasado dos años, ya tenemos datos «2020 se convierte en el año con mayor número de suicidios registrados en España desde que existen datos (1906). Así lo certifica el avance del informe del Observatorio del Suicidio en España de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio (…) De esta forma, han fallecido por suicidio 3.941 personas en España el pasado curso, lo que equivale a una media de casi 11 personas al día -esto es, un suicidio cada dos horas-. (…) El suicidio se consolida así como la principal causa de muerte no natural en territorio nacional».
Tras meses de confinamiento llegaron las primeras medidas para poder salir según franjas horarias. La alerta, el miedo y la vulnerabilidad no habían desaparecido. Muchos decidieron continuar quedándose en sus casas confinados, sin salir y con rutinas de limpieza más similares a un Trastorno Obsesivo Compulsivo que a la higiene (en algunos hogares, esto hoy se mantiene). Esto mismo sucedió con la llamada nueva normalidad. En una entrevista de RTVE de noviembre de 2022 citan a María, una estudiante de Madrid que dice «Siento que la desescalada tendría que ser un momento de alegría, de decir ‘estoy liberada, voy a poder ver a la gente y hacer un montón de cosas’, pero no lo está siendo porque ha sido algo muy repentino y no creo que estemos preparados».
Muchos psicólogos, entonces, hablaban de un aumento de ansiedad entre sus pacientes ante la posibilidad de salir del encierro impuesto, posteriormente autoimpuesto para otros. Profesionales de otras áreas, como los fisioterapeutas, veían que sus clínicas se llenaban de pacientes con problemas musculares derivados de estrés o una constante tensión.
Hoy día podemos ver cómo esta situación de alerta, miedo e incertidumbre se mantiene. Las autoridades, basadas en estudios científicos, señalan que se puede dejar de utilizar la mascarilla en la calle pero muchos siguen sacando al perro, ellos solos, a un parque deshabitado, con la FPP2 puesta. ¿Por qué? La conclusión general es que preocupa más la imagen que tiene el otro de nosotros que de la eficacia o no de la mascarilla. Dicho esto, os dejo algunas otras ideas que se han propuesto:
- por costumbre y comodidad,
- por presión social «siento que cuando no la llevo me miran raro» o «a ver si van a pensar que soy negacionista»,
- por mimetismo (unos lo llevan, al verlos yo también),
- el sentimiento de culpa, que ha sido el gran motor del tratamiento informativo (los que se enferman es porque no lo han hecho bien)
- se ha perdido la confianza en la palabra de los políticos y los científicos debido a tantas incongruencias,
- la situación de alerta interna se mantiene y el pánico no permite el cambio, (en ningún lugar ya estoy seguro, salvo en casa, no veo a mis hijos ni a mis nietos ni a amigos)
- hay síntomas (que no cuadro completo) de Trastorno de Estrés Postraumático
Con toda esta información, tal vez, podamos volver a la pregunta inicial sobre un parecido Síndrome de estocolmo y Covid que auguraba F. Simón. Podemos suponer que dicha prediccion parte de la premisa de que se seguirán continuando las medidas de restricción auto impuestas por algunos sectores de la población, una vez que el gobierno las elimine.
Si te encuentras en esta situación, como describía María hace unos cuántos párrafos, la mejor propuesta que podemos hacerte es la búsqueda de información científica que puedes hacer a través de internet. No televisión ni periódicos, si no datos contrastados para que puedas leer realmente a los que están estudiando el covid y puedas tomar tus propias decisiones. Tal vez te ayude a sentirte más empoderado y menos vulnerable.
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Fuentes:
En este artículo he citado a muchos medios, os dejo las citas por si queréis leerlos. Algunos los he citado solo para que quede reflejada la referencia, otros son estudios o datos interesantes a nivel psicológico:
- As (11 de febrero de 2022). Fernando Simón señala lo que puede ocurrir «más rápido de lo que muchos piensan, https://as.com/diarioas/2022/02/11/actualidad/1644594424_565087.html
- El Confidencial (25 de octubre de 2021). Hasta a Merkel le sorprende: por qué tantos españoles aún llevan mascarilla en la calle. https://www.elconfidencial.com/espana/2021-10-25/merkel-sorprende-espanoles-mascarilla-calle_3311478/
- Gaceta Médica (12 de noviembre de 2021). El miedo a la nueva normalidad tras el estado de alarma: «Tengo síndrome de Estocolmo con el toque de queda». https://www.rtve.es/noticias/20210509/miedo-nueva-normalidad-estado-alarma-sindrome-estocolmo-toque-queda/2089134.shtml
- Rizo-Martínez, Lucía Ester. (2018). El síndrome de Estocolmo: una revisión sistemática. Clínica y Salud, 29(2), 81-88.
- RTVE (9 de mayo de 2021). España registra en 2020 el mayor número de suicidios desde que hay datos. https://gacetamedica.com/profesion/espana-registra-en-2020-el-mayor-numero-de-suicidios-desde-que-hay-datos/