La transferencia como concepto está presente en todos los ámbitos de nuestra vida pero hoy nos vamos a centrar sólo en lo referente al espacio de una terapia. Os contamos qué es la transferencia en psiconálisis, cómo surge y qué tipos de transferencia hay, para que podáis entender mejor el proceso de un análisis o una psicoterapia y todo lo que se puede poder en juego a través del vínculo de forma inconsciente.
Transferencia en psicoanálisis: definición
La transferencia psicoanalítica es un fenómeno específico del dominio del inconsciente, es diferente a la transferencia que surge en las relaciones interpersonales (vida familiar, laboral, de pareja…) porque tiene unas características muy particulares:
- Surge en un espacio muy concreto, en el espacio psíquico del paciente y no en el espacio en el que se produce la relación concreta.
- El analista se convierte en una figura intercambiable que puede desempeñar diferentes papeles en función de la situación en la que esté actuada la transferencia. Puede transferirse a su figura la idea de una madre amorosa, una madre juiciosa y punitiva, etc.
- Se desarrolla en una relación que es asimétrica porque psicoanalista y paciente tienen dos roles muy diferentes y es una relación en la que la comunicación no es complementaria.
Freud describió la transferencia como «desplazamiento de afecto de una representación a otra» que podría convertirse en un impedimento para el trabajo terapéutico. Tiempo después, descubre que en la transferencia el paciente está reviviendo su relación con las figuras parentales y revive sentimientos ambiguos de amor y de odio que terminarán por convertirse en una transferencia positiva o negativa hacia el analista.
En su artículo Recuerdo, Repetición y Elaboración (1914) determina que «el paciente en el análisis no recuerda lo reprimido (recuerdos reprimidos), lo vive de nuevo. No lo reproduce como recuerdo, lo reproduce como acto» y, de esta forma se entiende «la transferencia como ilusión de un presente que remite a un paso, pero no un pasado que requiere ser recordado, sino ser esclarecido«.
De esta manera, la transferencia se convierte en una herramienta imprescindible de la terapia para poder alcanzar la cura psicoanalítica pues se llega a hablar de que «la cura psicoanalítica es una cura por amor«.
¿Cómo surge la transferencia?
Para entender cómo surge la transferencia tenemos que entender cómo es el diálogo psicoanalítico que se mantiene durante las sesiones. Como antes señalábamos, la relación entre analista y paciente se define por no ser simétrica ni complementaria, lo que viene a ser que el paciente habla pero el analista no siempre contesta, lo que no significa que éste no se mantenga en escucha y atención flotante.
Esta situación genera un lugar vacío que pone en juego los fantasmas del paciente (concepto psicoanalítico) y que promueve la transferencia de diferentes personajes hacia la figura del analista.
El hecho de que el analista no le conteste y se vea confrontado con el silencio psicoanalítico generará que el paciente comience a cuestionarse qué es lo que dice, a quién lo dice y finalmente llegarán las preguntas sobre su propia identidad. Esto puede generar cierta angustia por lo que el paciente intentará reorganizarse así mismo a través de identificaciones mediante la transferencia que le dará soporte a su identidad.
Tipos de transferencia
A grandes rasgos, nos encontramos con dos tipos de transferencia: transferencia positiva y transferencia negativa.
- La transferencia positiva es aquella que permite que el trabajo terapéutico pueda realizarse, se desplaza hacia el analista sentimientos afectuosos débiles.
- La transferencia negativa puede hacer que sea imposible el trabajo psicoanalítico con el paciente ya que se desplazan hacia el analista sentimientos hostiles o se puede dar una transferencia erotizada, que es símbolo de resistencia hacia el proceso e impide la asociación libre.
El amor de transferencia hará que el paciente coloque al analista en un lugar del Ideal del yo del paciente, por lo que el paciente tratará de mostrar ante el analista la imagen ideal de sí mismo, lo que puede provocar que se repriman aquellos deseos que no formen parte de esta imagen.
«Amando al analista se busca satisfacer sus expectativas de ser amado, de ser alguien y se preguntará qué es lo que desea el analista; por amor, el paciente intenta personificar al analista como alguien del que obtener una respuesta que le dé una definición de ser».
Por otra parte, también nos encontramos con la neurosis de transferencia que ha sido descrita como la repetición de la neurosis infantil, la relación de amor odio con las figuras parentales, en el analista. Es fundamental que se establezca esta neurosis en la sesión para poder trabajar de forma óptima.
Transferencia en psicoanálisis infantil
Dentro del psicoanálisis nos encontramos con diferentes escuchas y formas de interpretar las lecturas freudianas, de igual forma, también ocurre lo mismo en el psicoanálisis infantil. En este caso, nosotros partiremos desde una postura en la que también se realiza un trabajo con padres -no desde un punto de vista pedagógico-, para poder hablaros de las características de esta transferencia.
En el psicoanálisis infantil el analista está en una posición de entrecruzamiento de transferencias, puesto que éste recibe la transferencia de los padres por un lado, y la transferencia de su paciente por otro, las cuales a veces pueden confluir en una misma dirección.
La transferencia de los padres puede manifestar temor, juicio, rivalidad, rechazo, expectativas, idealización… Por lo que también hablaremos de transferencia positiva o negativa. Por ejemplo, puede haber rivalidad frente al analista pues éste va a conocer cosas de su hijo que para esos padres pueden resultar desconocidas o les puede resultar muy costoso emocionalmente que alguien tenga una relación con su hijo tan íntima y no sean ellos.
En el caso de la transferencia de los infantes también se va a producir una situación de desplazamientos y proyecciones de afectos sobre su figura, aunque también cobrará una gran relevancia el juego. Es en el juego donde puede repetir activamente lo que esté sufriendo, donde se puede elaborar situaciones traumáticas y desplazar grandes montos de afecto, pero necesita de un adulto que pueda escuchar e interpretar todo eso que está mostrando para poder elaborarlo y continuar.
Hay muchísimas cosas que decir sobre la transferencia y muchas lecturas que os pueden resultar interesantes para ampliar esta breve información. Son unas pocas pinceladas las que os compartimos pero esperamos que haya sido un buen tentempié para comenzar a acercarse a este fenómeno tan natural y necesario en la consulta, la transferencia.
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Lo que es obsoleto es definir la transferencia 100% en términos de Freud. Decir que es diferente a una relación «concreta», basada sólo en «afectos», me parece tan arcaico que roza la pura ignorancia.
Estaremos encantados de leer sus nuevas aportaciones sobre la transferencia psicoanalítica, serán muy bien recibidas. Saludos
Ciertamente Freud era un genio , y el psicoanálisis funciona ahora nos queda a nosotros demostrar las bases científicas de este
La transferencia es importante dentro de la relacion terapeutica, sin esta no puede funcionar la terapia. Pero cuando esta interfiere se desarrolla una inestabilidad dentro del cuadro. En estos tiempos deberia de existir ya una actualizacion, porque estamos dejando a un lado los sentimientos de las personas en juego, ademas eso lo dice Freud en su corriente Psicoanalitica, tendremos que ver que postulan las otras corrientes.
Mayra, realmente creo que nunca se dejan los sentimientos de nuestros pacientes fuera, en absoluto, pues estos se manifiestan a través de la transferencia y el analista tiene que escucharlos, incluso interpretarlos o señalarlos cuando es necesario.
Podemos verlos a través de los sueños, de los posibles lapsus que se relacionen con su analista, con el llegar tarde o hacer un acting… Todo esto puede tener que ver con otros aspectos que se estén trabajando en la terapia pero, siempre puede haber un momento durante el análisis en el que se juegue este tipo de cosas y el analista deberá de escuchar con esa doble oreja y poder interpretar qué es lo que está ocurriendo.
Un abrazo!